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Despidos en ‘El Mundo de Andalucía’

Charla sobre periodismo en una semana de incertidumbre y desasosiego para la profesión en Andalucía

Gonzalo Gragera / Redacción C. A. Un miércoles como otro cualquiera en una ciudad cualquiera, provinciana y mediana. En las calles, los transeúntes apuran las primeras compras navideñas y las luces de las avenidas iluminan los primeros días del mes de diciembre. Todo es rutina y cotidianidad. Quizá sea esta la belleza de la intrahistoria, el afán de lo diario, como dijo el poeta. Hemos quedado con un periodista. Un periodista que ha padecido de primera mano todo lo que está sucediendo, hechos cuya trama no es muy distinta a lo ya conocido, a lo ya acostumbrado: despidos, recortes, traslados, ajustes, reducciones de salario y plantilla en las redacciones, en la prensa, en la radio, en los medios, en el periodismo. Lo llevamos en el cuerpo como una cicatriz que no desaparece, que no borra su huella. ¿Acaso hemos olvidado el cierre de delegaciones de El País? ¿La destrucción del trabajo en los medios regionales? ¿Las manifestaciones constantes? ¿Las movidas en las redes sociales reclamando eco y jornal? Qué dura es la espera. Qué dura la incertidumbre de no saber qué pasará mañana.

En El Mundo de Andalucía han despedido a cinco periodistas y han trasladado a la redacción de Madrid a otros dos. Nombres como María Ríonegro o Eduardo del Campo; Manuel Becerro o Santiago Salas de Vega. De una redacción de 17 trabajadores pasamos a una de 10. Los innumerables recortes y la congelación de los salarios que sufren los periodistas de El Mundo desde 2008 no ha sido suficiente para la emoresa, Unidad Editorial. Esta, según el informe del Comité de Empresa del pasado 30 de noviembre, «no garantiza que estos sean los últimos despidos», contribuyendo así a una gran incertidumbre. Por otra parte, el informe citado nos cuenta: «Se da la circunstancia de que hace tan sólo seis meses, la compañía aseguró que los reajustes que estaba estudiando para acomodar a la realidad actual el modelo de delegaciones no tenían por qué traducirse en despidos».

Con aquel peso, con esta dureza de la duda, viene un periodista a contarnos cómo ha vivido este día de cambios en la redacción de El Mundo de Andalucía. Coca-cola para los dos en la mesa del bar. Ha sido un día largo. Llamadas de teléfono cada minuto, amigos dando su ánimo y su apoyo. Cinco compañeros en la calle en la redacción de Andalucía, otros tantos en las delegaciones del resto de España. “Así no se puede trabajar, no se puede hacer periodismo si el periodista está más preocupado de su situación laboral que de ofrecer buena información. Así no se puede”, nos dice. “El periodismo de rigor y calidad ha de ser la clave del modelo de negocio que debemos plantear al lector. Un lector que es de minorías, no de masas. Un lector consciente de que la información cuesta tiempo y sacrificio, es decir, en un sistema de libre mercado, dinero. La información cuesta dinero. Joder, es básico”, nos sigue narrado.

“Apostar por prensa de calidad», continúa, «no reciclado de teletipos. La calidad ha bajado muchísimo en los últimos años. ¿Sueles ver las diez noticias más leídas? Necesitamos adaptarnos. Cambiar el esquema de negocio. ¿Cómo? Si yo tuviera esa respuesta… Realmente la desconozco, como otros tantos, como todos creo, pero considero que el principio de buen lector, un lector que demande calidad, que esté concienciado del precio que esto supone, que desee rascarse el bolsillo, es fundamental para seguir avanzando. Esto, junto con investigación y buena información, es una fórmula que no falla. Pero, claro, volvemos a lo mismo: si hemos dado, si estamos dando, todo gratis en internet, ¿quién está dispuesto a pagar ahora? Esa es otra historia: la irrupción de Internet. Internet ha llegado para quedarse y sin saber nosotros cómo responde”, –calla y bebe un sorbo del refresco–. “Aquí éramos diecisiete en una redacción, ahora somos diez o nueve, ¿de verdad con diez o nueve personas hay equipo para dotar de infraestructura a esta profesión? Es muy complicado. Aunque estoy casi seguro de que lo conseguiremos. Cuento a mi alrededor con grandes profesionales. Seguiremos. El periodismo no está en crisis, está en crisis la clave para vender el buen periodismo”.

La conversación prosigue, anécdotas personales y confesiones. Llegamos a la conclusión de que el periodismo centralista no ayuda a nadie.  Dejar todo el peso en Madrid es un error cuyo trasfondo sólo está motivado por una visión de la rentabilidad del periódico. Pero lo rentable no es sinónimo ni garantía de calidad y compromiso con el lector, con la independencia del poder, con la finalidad de los medios de comunicación de contar qué pasa y cómo pasa. “¿Cuántos casos de corrupción se han destapado gracias a un suceso local?” Me pregunta mi amigo periodista. Muchos, creemos que muchos, desde el caso ERE hasta Mercasevilla, por mencionar dos. “Gonzalo, ya te digo, seguiremos. Pero no lo olvides: hechos veraces, más independientes, más lector dispuesto a rascarse el bolsillo, más adaptación a las nuevas vías de comunicación, es igual a éxito y supervivencia. Da igual si esto es en Internet, en papel o en lenguaje de signos”. Río y afirmo. Me voy del bar, estrecho la mano, doy las gracias. Es una tarde como otra cualquiera en una ciudad cualquiera, provinciana y mediana. Y pienso, reflexionando sobre el tema, que alguien tendrá que contarla, destapar sus faltas y sus pedestales. Alguien tendrá que contar esta realidad que nos rodea entre luces de navidad y primeros villancicos. Sólo por eso, qué cosa tan minúscula, empiezo a creer que no hay esquelas, al menos hoy día, para el buen periodismo.

¿Qué análisis se hace desde el ámbito jurídico a este supuesto de hecho?

Desde la redacción de Confidencial Andaluz contactamos con expertos y académicos en Derecho Laboral. La impresión general de éstos es que el mercado de la comunicación transita por graves y perpetuos problemas estructurales. Con este principio básico, unido a una crisis económica y financiera general en España desde 2008, obtenemos un panorama desolador. Nihil novum sub sole. ¿En qué deriva esta crisis y esta coyuntura? Imagino que lo habrán supuesto: precariedad en el empleo, disminución de la calidad del producto, desconfianza del usuario o del consumidor del producto, bajada de ventas y de ingresos. La publicidad, por otra parte, deja de ser rentable. Aún más incógnitas a la ecuación. Complicado será recolocar a los trabajadores despedidos en este contexto si no nos abrimos a nuevos canales de comunicación. ¿Situación de los trabajadores despedidos? Recibirán la máxima indemnización legal más 15 días de preaviso y se les será reconocido el tiempo de vinculación con la empresa. Como lectura recomendada para profundizar en el tema, procede recomendar el informe sobre el estado de los medios de comunicación en España publicado en 2007 por el Consejo Andaluz de Relaciones Laborales.

La crisis del periodismo en gráficos y cifras

El 16 de diciembre de 2014 se presenta el “Informe Anual de la Profesión Periodística 2014”. A continuación ofrecemos, de la manera más didáctica posible, sus conclusiones.

 

Aumenta el número de periodistas que se dedican a la comunicación corporativa

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Tipología de trabajo de los periodistas autónomos

El 31 % de los periodistas son autónomos. En la industria española de medios, los periodistas encuadrados en empresas de medios de comunicación superan ampliamente a quienes trabajan por cuenta propia: un 69 % de los encuestados que trabajan en el periodismo lo ejercen por cuenta ajena, mientras que el 31 % restante lo hacen como autónomos.

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El 61% de los comunicadores trabajan en Administraciones públicas e instituciones

Del colectivo de profesionales que trabaja en comunicación empresarial e institucional, un 30 % presta sus servicios en empresas privadas, mientras que más del 61 % lo hace en comunicación institucional (empresas públicas, Administración pública y ONG o instituciones). El 9 % restante corresponde a quienes trabajan en agencias de comunicación.

 

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Cerca del 47 % de los recién licenciados lleva entre 1 y 2 años buscando trabajo

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Ganan más los que trabajan en comunicación que los periodistas que dedican su trabajo en medios y los contratados, del mismo modo, ganan más que los autónomos

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 Ganan más los hombres que las mujeres

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El paro registrado de periodistas en primera opción se redujo un 11 %

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Aumento del paro y de la precariedad laboral: principal problema de la profesión

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Los ciudadanos dan sólo una nota del 5.3 a los periodistas

TABLA 42 causas de la poca confianza en los meidos de los usuarios Informe prof 2014

 

Percepción sobre los medios nativos digitales

TABLA 51 fuente de financiacion de los medios dig en el futuro Informe prof 2014

Procedencia de los ingresos del ejercicio de 2013

TABLA nuevos medios procedencia ingresos Informe prof 2014_82