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Caso Poniente: Enciso pide luz y taquígrafos

Pepe Fdez
Pepe Fernández

Hablo con Juan Enciso, ex alcalde de El Ejido con el PP y el PAL, principal protagonista político de la Operación Poniente, imputado y con nueve meses de cárcel preventiva a sus espaldas por esta causa. Ni Juan Enciso ni yo borramos nunca de nuestras agendas los respectivos números de teléfono ni cambiamos de número.

Lo primero que llama la atención tras escuchar a Enciso, con tono más animado que de costumbre, es que maneja, como siempre, información al día y de primera mano de lo que sucede en los medios y bajos fondos de Almería.

“¿Sabes que Arenas ya se ha desmarcado de Almería?” me pregunta y le digo que no, “pues sí, Javier se está desenganchando de Gabriel Amat”. Por algo será, añado. «Y a Gabriel ya le han dicho que tiene que irse, pero se resiste porque tiene miedo a la soledad». Creo que le teme más a la Justicia y a la Udyco, apostillo.

También sorprende cómo aquel hombre, tan soberbio cuando ejercía de alcalde de la potente y próspera El Ejido, rey absolutista de reiteradas mayorías absolutas,  es ahora capaz de analizar sosegadamente a sus compañeros de viaje de entonces, y lo hace casi con el mismo realismo y rigor que lo hicimos en su día los vilipendiados periodistas que les denunciamos. El tiempo da y quita razones, le suelto sin ánimo de reabrir viejas discusiones.

Enciso, que como vino a demostrar la instrucción de la O. Poniente no fue el que más, pero sí el de mayor responsabilidad política, es uno de los casi setenta ciudadanos que esperan que la Justicia les siente en el banquillo ( o no) y les juzgue en base a una larguísima instrucción judicial que arrancó allá por el año 2008. De momento todos los vaticinios oficiales han errado el tiro sobre la fecha de la vista oral de la O.P.

Vista oral, en pequeñito

También han intentado rebajar el diapasón del interés ciudadano los portavoces judiciales, que primero anunciaron la vista oral en un gran espacio público, como sucedió con el Caso Malaya y ahora ya están diciendo que el juicio, cuando se celebre, se desarrollará en el juzgado o en la Audiencia.

Que el final de una de los sumarios más importantes por corrupción destapados en Andalucía, con lo que ha costado al erario público su instrucción, sea en una reducida sala de vistas, sin la publicidad que requiere un proceso de estas características, especialmente políticas, no debe sorprender pero vale la pena dejar constancia de este extraño cambio de postura.

La segunda fase de la instrucción , tras el trabajo inicial de la magistrada Montserrat Peña, ha deambulado entre caminos de secretismo e inacción del juzgado. Y, por supuesto, nula información periodística, salvo los tradicionales mareos de perdiz coincidiendo con aniversarios o anuncios que no se han cumplido.

Este es un asunto que dice Juan Enciso que le preocupa, que la vista oral en la que deberá determinarse su grado de culpabilidad o inocencia, sea casi a puerta cerrada, limitando la publicidad de cuando allí se pueda llegar a demostrar.

Y es que Enciso, al que sigue defendiendo el penalista Paco Torres, está convencido de que va a poder demostrar al Tribunal que le juzgue su completa inocencia. Incluso va a poder documentar fehacientemente, dice, que la Jueza le envió a prisión, sustentando su decisión, en documentación falsificada o manipulada por la policía judicial actuante.

“A  Amat se le fue de las manos”

Junto a esta defensa que Enciso tiene preparada para la vista oral, también dice disponer de un rosario de argumentos jurídicos y pruebas que le animan a ser uno de los principales defensores de la luz y los taquígrafos el día del juicio del caso Poniente. “Mi inocencia quedará más que demostrada” afirma.

El exalcalde de El Ejido, bajo cuyo mandato se cometió un millonario latrocinio municipal a través de la empresa de servicios Elsur (Grupo Abengoa entonces), sigue pensando que aquella fue una cacería política contra él decretada por Gabriel Amat “y que se le fue de las manos”.

Efectivamente, Amat no contaba con la intervención decisiva de la Fiscalia Superior de Granada que fue la que verdaderamente impulsó la investigación de la Operación Poniente, tras formalizarse la denuncia de un testigo. Aquella operación, una vez puesta en marcha, nadie pudo pararla, aunque lo intentaron sin éxito vía resortes de poder.

En el fondo político del asunto se encuentra algo tan simple como que el PP almeriense se había roto por la mitad en la lucha por el poder interno entre Amat y Enciso, con todo lo que eso suponía, dejando al descubierto un enorme submundo de relaciones políticas, personales y prácticas mercantiles, una guerra civil en toda regla que había trazado una linea roja donde antes no hubo nada porque todos eran lo mismo, dormían en el mismo colchón.

Arrastrar a la vía penal las prácticas del clan de Enciso, era tanto como arriesgarse Amat a que la Justicia, que no entiende de líneas rojas, saliese de los limites de El Ejido para entrar en Almería y Roquetas. (Algo que está sucediendo en la actualidad con el caso denominado Trama Amat). Fue tan curioso el malabarismo de entonces de Gabriel Amat que, la denuncia inicial ante Fiscalia, fue acompañada de un informe detectivesco  al que le habían arrancado las paginas que afectaban al patrimonio de otros cargos del PP, dejando solo las de Enciso, sus incondicionales socios y amigos.

A estas alturas aún no se ha concretado la fecha de la vista oral del Caso Poniente. Se habla del próximo otoño, pero no hay nada fijado de forma oficial. Lo único que se sabe es que el acceso a la vista va a estar limitado por el pequeño aforo que vaticina tras rebajar las expectativas el Decano de los Jueces  Don Luis Columna.

Garantizar la transparencia

De confirmarse estas limitaciones asistiremos, sin duda, a un pasito más de la Justicia en Almería en contra del derecho a la información de los ciudadanos, algunos de cuyos representantes predican todo lo contrario en foros periodísticos a los que acuden invitados.

Y miren Uds por donde, en esta ocasión, los deseos del principal imputado (político) de la Operación Poniente coinciden con los intereses de la ciudadanía que exige transparencia en la actuación de los tribunales y Justicia. Desde luego a quien en estos momentos parece que no interesa el altavoz que supondría una vista de estas características, es al PP. Saben que quienes se van a sentar en el banquillo van a recuperar la memoria adormecida durante años, conocen cosas de la famiglia y que, si pueden, las van a soltar con pelos y señales.

Ahí radica el interés público de esta vista oral, que conozcamos todas las piezas que faltan en el puzzle político, económico y social que es la Operación Poniente. Y como dijo la Sra Cospedal, precisamente en un cónclave del PP en Almería, “que cada palo aguante su vela”.