De cómo posturear y no morir en el intento
Opinión/ Silvia de Carrión.- Desde los tiempos de la antigua Grecia datan los eventos sociales, estos actos que reúnen a personas entre sí para compartir momentos personales y ya de paso, reunir la oferta con la demanda.
Actualmente estos actos sociales han evolucionado o retrocedido, según lo veas a lo que vulgarmente denominamos: Posturear, el Apetitus Societatis de Platón, pero a lo bestia, me explico, ese encuentro societatis vanitatis en donde puedes morir de amor o puedes morir de asco. Tú eliges.
De todos es conocido lo que al ser humano le gusta una fiesta, lo que le gusta un evento, lo que le gusta un postureo. Un querer y no poder o un no poder y querer.
Y todo es tan cierto, que parece mentira. Empezando por uno mismo o por las ganas que tengas de aparentar que te puedan, y es que el motivo de encuentro es lo de menos; que si el evento en cuestión es la presentación de productos del cerdo ibérico y sus derivados y, eres vegetariano pero con tal de posturear te tragas el evento con todos sus chorizos. Es un decir, los hay de temática más glamourosa, pero para estos tienes que ser blogger, comprar seguidores y cotizar tus K como si de azafrán se tratase, ya ves, que estrés, y que ruina.
Asi que cuando te llegue la convocatoria de un evento nada más fácil como las tres reglas básicas, no te puede faltar tu push up, tus taconazos y tu golpe de rimmel, y dispuesta a buscar nuevas emociones, tranquila que lo de violentarse por la chati de turno que lleva el mismo modelo que tú ya pasó a la historia, ahora de verdad lo que sube la adrenalina es encontrarte a todos tus ex a menos de un metro de ti en el evento de turno. No puedes huir.
Y es que te diré que eres experto nivel usuario cuando, llegado el momento no sabes si te ríes de lo que estás viendo o escuchando porque te hace gracia o te ríes por no llorar. Un evento es el sitio ideal para querer aparentar lo que no eres cuando en realidad quieres ser lo que eres, donde puedes llegar sin cenar , comerte todos los canapés como si no hubiera un mañana y cogerte una cogorza porque a todo el mundo después de 56 copas lo sigues viendo feo.
Claro que con suerte, te toca el grupo de personas que debaten sobre las cuestiones más profundas: “Uno ¿Has visto las nuevas tetas de Fulanita de tal? Dos. Si se las he puesto yo.” “Uno. A mí en realidad no me gusta el deporte, yo solo lo practico para estar bueno”. “Uno .Creo que tu estas en mi grupo de wasap. Dos “Si, en paquetones voladoras, a mí porque me metió Cuqui si no os enviaba a todas a la cámara de gas.” Aunque puede ser peor, se podría hacerse viral y sí que acabamos todos fumigados.
Que me perdonen los activistas del postureo pero ya está bien de ¡Fenomenal! y de parecer comerte el mundo cuando por dentro estas hecho una mierda, total si saben que lo estas para que vas a mutar y forzar más tus genes por aparentar que después se nos va de las manos y mezclamos los antidepresivos con los ibuprofenos y formamos el taco gordo.
A mí que me registren pero lo que yo no perdono después de la noche fenomenal es llegar a mi casa con un buen selfi, meterle cuarto y mitad de filtro rejuvenecedor cual vitaminas tensoras y de paso rebanarme las caderas, total para falsa la peña, falsa yo.
*La autora afirma que cualquier coincidencia con la realidad no es pura coincidencia. La autora del artículo no se hace responsable de las opiniones vertidas por la propia autora.